A continuación, hablaremos sobre una afección poco conocida: las hemorroides centinela, una lesión que aparece como consecuencia de una fisura anal. Explicaremos por qué surgen, cuáles son sus síntomas y cuáles son los tratamientos existentes.
¿Qué son las hemorroides centinela?
Una hemorroide centinela es una pequeña lesión en el canal anal que aparece debido a una lesión previa en el ano. Lo más frecuente es surja debido a una fisura anal crónica. Por lo tanto, la hemorroide centinela no es una patología en sí misma, sino que es un síntoma o consecuencia de una fisura anal.
A diferencia de las hemorroides convencionales, las hemorroides centinela no contienen vasos sanguíneos dilatados, sino que se trata de un pliegue cutáneo o “colgajo”.
Síntomas de las hemorroides centinela
Los síntomas de las hemorroides centinela son los síntomas de una fisura anal y, en ocasiones, pueden confundirse con los que producen las hemorroides convencionales. Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Sangrado rectal
- Dolor intenso o sensación de quemazón en el área anal
- Dolor durante las deposiciones
- Inflamación o enrojecimiento del área anal
- Pérdida de sensación en el área anal
Causas de las hemorroides centinela
Las fisuras anales crónicas, como comentábamos, son la causa de la aparición de hemorroides centinela. Se trata de desgarros más o menos profundos en el canal anal. Cuando este desgarro persiste durante más de 8 semanas, hablamos de fisura crónica. Con el paso del tiempo, junto a esta fisura se genera un pliegue o colgajo cutáneo, conocido como hemorroide centinela.
Las causas de la fisura anal incluyen:
Enfermedades inflamatorias intestinales
Las enfermedades intestinales inflamatorias, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, pueden causar cambios en el tracto gastrointestinal que pueden aumentar la presión en las venas del ano y causar inflamación en el área anal. Esta inflamación crónica puede, a su vez, causar la aparición de hemorroides o fisuras anales.
Heces duras
El estreñimiento y las heces secas y duras pueden causar fisura anal debido a la fuerte fricción y presión sobre el esfínter anal al tratar de eliminar las heces.
Por eso, es importante encontrar una solución adecuada a las heces duras: aumentar la ingesta de agua y fibra, modificar los hábitos alimenticios o recurrir a preparados farmacéuticos para ablandar las heces en función de las recomendaciones del profesional sanitario.
Tratamiento de las hemorroides centinela
Existen tres opciones para el tratamiento de la fisura anal, condición que propicia la aparición de hemorroides centinela. Recuerda que esta afección requiere de atención médica y que será el médico quien recomendará el tratamiento más adecuado en función de las características con las que se presente la enfermedad y el paciente.
Medidas higiénico-dietéticas
El primer nivel de tratamiento para esta afección es mejorar los hábitos que permitirán un alivio de la fisura anal, permitiendo que cure sola: prevención del estreñimiento, baños de asiento tras la defecación, lavados con productos apropiados, etc.
No obstante, las hemorroides centinela suelen aparecer en una fase crónica de la fisura anal, por lo que llegados a este punto, las medidas higiénico-dietéticas serán necesarias, pero no suficientes.
Tratamiento farmacológico
Existe un amplio abanico de medicamentos que ayudan a tratar la fisura anal y la hemorroide centinela asociada. Desde anestésicos que reducen el dolor hasta medicamentos específicos para relajar el esfínter anal, permitiendo así una mejor curación. En todos los casos, debe ser un médico quien valore el caso particular y prescriba el medicamento o combinación de medicamentos más adecuada.
Cirugía
Recordemos que una hemorroide centinela suele ir asociada a una fisura anal crónica, que es la que complica su curación. Por tanto, la cirugía es el tratamiento que se sigue en la mayor parte de casos de fisura anal crónica con hemorroide centinela.
La técnica quirúrgica más utilizada para tratar la fisura anal crónica y la hemorroide centinela es la esfinterotomía lateral interna. Se trata de una intervención sencilla y requiere una hospitalización de uno o dos días. Con ella se busca reducir la tensión del esfínter para así eliminar el dolor, además de lograr la cicatrización de la fisura.
Habla con tu médico acerca de las diversas opciones, tanto médicas como quirúrgicas, para encontrar la mejor solución a tu problema.