Una fístula anal es un trayecto o conducto anormal, generalmente estrecho y ulcerado, por el que drena un foco infeccioso que aparece entre la piel y el canal anal. Suele ser el resultado de una infección que comienza en una glándula anal y produce secreción y dolor.
La fístula anorrectal y las hemorroides internas son patologías distintas. La primera tiene su origen en una infección de una glándula anal interna. En cambio, las hemorroides internas son venas de la mucosa rectal que se inflama por exceso de presión. Ambos son trastornos anorrectales, pero los síntomas y, sobre todo, las causas de su aparición son bien distintas.
¿Qué es una fístula anal?
Una fístula es una conexión anormal entre dos partes del cuerpo, por ejemplo, un órgano o un vaso sanguíneo y otra estructura. En concreto, la fístula anal es un trayecto tubular con una abertura al canal del ano y otra en la piel perianal. Sería como una especie de camino entre el interior del recto y la piel, con dos orificios, uno interno y otro externo. La mayoría de las fístulas son resultado de un absceso anorrectal, producido por una infección.
Fístula anal: síntomas y causas
La fístula perianal o anorrectal es el término médico que se utiliza para definir la conexión anormal que se genera entre el recto y la piel del ano. Suelen ser consecuencia de una infección que se inicia en una glándula anal. Esta infección provoca un absceso rectal, es decir, una cavidad llena de pus en la zona del ano o del recto (última porción del intestino grueso). Existen varios tipos de abscesos dependiendo de la zona en la que se formen, que pueden ser diversas zonas del recto o en la zona perianal.
Un 50% de las personas con absceso anal desarrollan una fístula. E, igual que ocurre con los abscesos, hay varios tipos de fístulas según la zona del recto o del ano afectada:
En cuanto a los síntomas de la fístula anal, los más habituales serían:
- Abscesos anales frecuentes
- Dolor, hinchazón y enrojecimiento en la zona anal
- Hemorragia
- Fiebre, escalofríos y sensación de cansancio
- Secreción con sangre o pus de un orificio cercano al ano
Con respecto a las causas que provocan una fístula perianal, la más común es el absceso. Sin embargo, hay algunas fístulas que pueden ser resultado de otras patologías como: enfermedades de transmisión sexual, trauma, enfermedad de Crohn, tuberculosis, cáncer o divertículos.
Ante cualquier síntoma de fístula anal, deberemos acudir al médico.
¿Cómo curar una fístula en el ano?
Para acabar con una fístula anal normalmente es necesaria una operación quirúrgica llamada fistulotomía, que consiste en acortar la piel y el músculo por encima del túnel, convirtiéndose en un surco abierto.
Tras la cirugía puede ser necesario un tratamiento de seguimiento, será el médico quien decida las recomendaciones. Por lo general, puede ser conveniente poner la zona afectada en remojo con agua templada y tomar laxantes o ablandador de heces durante unos días.
La mejor manera de prevenir una nueva fístula anal es realizar algunos cambios en el estilo de vida como llevar una dieta equilibrada que incluya fibra, frutas y verduras y alimentos ricos en omega 3, omega 6 y vitamina C; realizar ejercicio físico de forma regular, y beber más agua, como mínimo un litro y medio al día.
¿Por qué se confunden las hemorroides internas con las fístulas anales?
A menudo confundimos fístulas anales y hemorroides, pero se trata de dos patologías distintas. Ambas tienen en común que son trastornos anorrectales que producen mucho dolor en el interior del recto. Al notar los primeros síntomas, dolor en el ano y sangrado, puede ser difícil identificar si se trata de hemorroides o fístula anal. Será el especialista quien tras una serie de preguntas y una pequeña exploración determinará si son hemorroides o fístula en el ano. A pesar de los puntos en común, su origen, síntomas y tratamiento son diferentes. Veamos:
La principal diferencia es el origen, es decir, la causa que las produce:
- La fístula anal tiene su origen en un absceso anal que drena espontáneamente a través de la piel cerca del ano.
- Las hemorroides internas se deben al incremento de la presión en las venas de la parte interior del recto.
A pesar de que los síntomas son similares a nivel superficial, la fístula anal suele ser más dolorosa y excretar pus y sangre. En cambio, las hemorroides internas pueden no cursar ningún síntoma aparte del sangrado ocasional.
Con respecto al tratamiento también vemos diferencias entre fístula anal y hemorroides internas. Los tratamientos para curar una fístula anal suelen requerir intervención quirúrgica tras el drenaje previo del absceso. En cambio, las hemorroides acostumbran a tratarse con pomada rectal para las hemorroides.
Referencias
- https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-gastrointestinales/trastornos-anales-y-rectales/f%C3%ADstula-anorrectal?query=f%C3%ADstula%20anal
- https://fascrs.org/patients/diseases-and-conditions/a-z/absceso-anal-y-la-fistula
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/anal-fistula/symptoms-causes/syc-20352871