Dile adiós a las hemorroides

Adiós a las hemorroides

Las hemorroides, están formadas por un tejido compuesto de venas, arterias y fibras elásticas situado dentro del ano y de la parte inferior del recto. En condiciones normales, este tejido aporta irrigación y protección a la región del ano y recto, e interviene en los mecanismos de defecación y continencia anorrectal (ayudan a la continencia rellenando el espacio anal). Cuando estos vasos sanguíneos se inflaman, generan molestias en la zona. Las hemorroides pueden ser externas (situados bajo la piel del ano) o internas (dentro del recto).

Es una afección muy común: casi la mitad de la población occidental padece algún síntoma relacionado con hemorroides. Su mayor incidencia aparece entre los 45 y 65 años y tienen una elevada prevalencia, que se encuentra entre un 30 a un 50% de la población adulta.

Síntomas frecuentes

Depende del tipo de hemorroides, pero en general se caracterizan por el dolor y la inflamación.

Hemorroides externas

  • Picazón o irritación en la zona anal
    • Dolor
    • Inflamación alrededor del ano
    • Sangrado

Hemorroides internas

  • Sangrado indoloro durante las deposiciones. Pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en el excusado.
    • Hay cuatro grados:
      • Grado I: se observa sangre al defecar.
      • Grado II: las venas se salen con la defecación, volviendo a su posición inicial tras la misma.
      • Grado III: se escapan a través del conducto anal en cualquier momento con o sin relación con la defecación. Se pueden reducir de forma manual.
      • Grado IV: se mantienen en el exterior en todo momento y no se pueden reducir.

Causas

No existe una única causa, pero casi siempre se asocian a aquellas situaciones que provocan una dilatación de los vasos sanguíneos. Las venas alrededor del ano tienden a estirarse debido a la presión y pueden sobresalir o hincharse. Las hemorroides se pueden desarrollar por un aumento de la presión en la parte inferior del recto debido a: un sobreesfuerzo al defecar, sentarse durante largos períodos en el excusado, permanecer mucho tiempo de pie, el estreñimiento crónico, la obesidad, el embarazo, las relaciones sexuales anales, tener una dieta baja en alimentos con fibras, o realizar grandes esfuerzos con frecuencia.

Tratamiento

Por fortuna, las hemorroides tienen solución y para la gran mayoría de casos el tratamiento es sencillo. La mayoría de las personas mejora con un cambio en la dieta y algún medicamento momentáneo. Solo entre un 5 y un 10 por ciento requerirá algún tipo de intervención.

En principio, el médico recomendará seguir una dieta rica en fibra para evitar el estreñimiento, es decir, comer determinadas frutas, verduras, legumbres y productos integrales, para ablandar las heces y evitar esfuerzo al defecar. Además, es muy importante beber al menos dos litros de agua por día. Hacer ejercicio regularmente y evitar esfuerzos son dos consejos útiles.

El uso de cremas para hemorroides o supositorios con corticoide puede ayudar a mejorar la inflamación. Otro remedio efectivo es realizar baños con agua tibia, sumergiendo la zona anal durante unos 15 minutos, dos o tres veces al día.

Si los síntomas no se calman después de una semana, el médico o el farmacéutico procederá a recomendar tratamientos con pomadas anestésicas y antiinflamatorios, y en ocasiones el tratamiento con venotónicos por vía oral, para fortalecer la pared de las venas.

Si las hemorroides no mejoran

Existen otros tratamientos más radicales que pueden ayudar a eliminar las hemorroides si no mejoran. Son procedimientos mínimamente invasivos, ambulatorios, que pueden practicarse en el consultorio médico:

  • Ligadura con banda elástica (Banding). Se colocan una o dos bandas elásticas pequeñas alrededor de la base de una hemorroide interna para cortar su circulación. Esta se debilita y se desprende al cabo de una semana.
  • Escleroterapia. Se inyecta una solución química en el tejido de las hemorroides para reducirlo.
  • Técnica láser. Seutiliza un láser o infrarrojo para quemar las hemorroides.
  • Crioterapia: Se trata de la congelación local de las hemorroides.

Si los problemas persisten, otra opción es la cirugía, que requiere ingreso hospitalario. Se recomienda para hemorroides de grados III y IV. Existen variantes:

  • Extirpación de hemorroides (hemorroidectomía). Se extirpa el tejido que genera dolor y sangrado. Es la manera más efectiva de tratar las hemorroides graves o recurrentes. La mayoría de las personas experimentan un poco de dolor después del procedimiento.
  • Grapado de hemorroides (hemorroidopexia). Bloquea el flujo sanguíneo al tejido hemorroidal. Se usa solo para las hemorroides internas. Las complicaciones también pueden incluir sangrado, retención urinaria y dolor.

Referencias: